domingo, 3 de agosto de 2014

la creación de Dios

La historia de la creación del mundo se encuentra en Génesis, el primer libro de la Biblia y el primero del pentateuco. Esta historia es importante porque introduce a Dios como el creador del mundo y como el único Dios. Diferente a cuentos o fábulas que tratan de explicar el origen del universo, en Génesis 1:1 vemos que Dios actúa solo. Que Dios es creador y que es uno solo es una de las creencias básicas del cristianismo.

Día 1: En el primer día Dios creó la luz y la separó de las tinieblas. Dios vio que la luz era buena y así concluyo el primer día. Nota que el pasaje no dice que Dios creo la oscuridad y que la considero buena. A la luz llamó día y a la oscuridad noche. (Génesis 1:3-5)
Día 2: En el segundo día de la creación Dios separó los cielos y la tierra. Dios hizo esto creando un espacio para separar las aguas de la tierra con las aguas de los cielos. (Génesis 1:6-8)
Día 3: Dios continúo organizando su creación en el tercer día. Agrupó las aguas y las llamó mares y dio a revelar la tierra seca. Ya para este punto las condiciones eran adecuadas para la vegetación. Dios ordenó que la tierra produjera toda semilla, planta y fruto. (Génesis 1:9-13)
Día 4: En el cuarto día Dios creó el sol, la luna y las estrellas. Recuerda que la luz ya existía desde el primer día. El propósito de estas estrellas, por lo menos en el verso 14, dice que eran para distinguir entre el día y la noche, y para darnos un sentido del tiempo. Dice que por el sol, la luna y las estrellas podemos marcas las estaciones, los días y los años. Desde la antigüedad han habido culturas paganas que adoran al sol y a la luna como dioses. Otros creen que las estrellas pueden revelar el destino de una persona. En este pasaje Dios nos da a entender que él está sobre estas cosas pues la creación no puede ser más grande que el Creador. No hay divinidad en el sol, ni en la luna, ni en las estrellas. Son parte de la creación de Dios y sirven un propósito que Dios a determinado dentro de la naturaleza. (Génesis 1:14-19)
Día 5: Los primeros animales llegaron en el quinto día de la creación. En esta etapa la creación se estaba poniendo más compleja. Los mares fueron llenos de peces y otros animales marinos. Los cielos fueron llenos de aves. Dios los bendijo y los ordenó a multiplicarse. Esta primera bendición empezó un proceso natural que nada ni nadie ha podido parar. Mientras Dios diga, la vida siempre va a producir vida. Sea de un animal o de un ser humano, la vida es un milagro de Dios. (Génesis 1:20-23)
Día 6: El punto culminante de la creación ocurrió en el sexto día. Primero, Dios ordenó que la tierra produjera todo tipo de bestia. Todo animal que corre, brinca y se arrastra vino en existía durante el día seis.
En el verso 26 Dios cambia su tono al crear el hombre. En los días previos vemos que Dios ordena una acción. Vemos frases como "Dios dijo hágase…" o "Dijo Dios: Prodúzcase…". Ahora Dios dice "Hagamos al hombre en nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza". Esto no fue un mandamiento a la creación como lo fue cuando el ordeno que la tierra produjera vegetación, los mares peces y los cielos aves. La creación del hombre fue una obra muy personal. Muchos usan  este verso como evidencia de la presencia de la trinidad.
El verso 27 se puede leer como una celebración a la humanidad. Dice: "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó". Es como un corto poema dentro de la narración.
Al final de las obras anteriores Dios vio que su creación era buena. En esta ocasión Dios expresa un poco más de gozo al reflejar en la creación de este día y dice que lo que había creado "…era bueno en gran manera". (Génesis 1:24-31)

Día 7: Dios descansó el séptimo día y lo declaro un día santo. Tradicionalmente el séptimo día es el sábado. (Génesis 2:1-3)

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